Los órganos represivos de la Dictadura Militar se han mantenido “dormidos” dentro de las instituciones de la “democracia”.
Varios proyectos de ley (PLs) tramitan en el Congreso con el objetivo de restaurar el Acto Institucional # 5 (AI-5) de la Dictadura Militar, y de manera aún más brutal.
Han sido aprobados con el apoyo de los parlamentarios de la oficial “Esquerda”, hoy Bolsonarista.
Fueron llamados por Duplo Expresso “Patriot Act Tabajara”, en referencia a la Ley Patriótica promulgada por George Bush Jr. en el 2001, la cual le fue impuesta al mundo como Ley Antiterrorista, que en Brasil fue aprobada en el 2015 por el gobierno Dilma.
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PL 2418/2019: Legaliza el monitoreo de redes telefónicas e Internet, así como la infiltración de policías para recabar información sobre “actos preparatorios o amenazas de delitos atroces o terrorismo”, con autorización de la Justicia Militar.
PL 3389/2019: Se ha revivido la antigua Ley Azeredo, rebautizada como AI5 Digital. Acaba con el anonimato en Internet imponiendo la obligación de vincular un CPF a cada cuenta.
El PL 1595/2019 del mayor Victor Hugo otorga una licencia para matar e institucionaliza a los escuadrones de la muerte. Los integrar o coordina con fuerzas especiales centralizadas según PL 1325.
El PL 1595 ya ha sido aprobada en una de las Comisiones del Congreso con la complicidad de toda la “Izquierda” bolsonarista, incluso con derecho a la bromita del relator de la Comisión, en la transmisión de TV Câmara, agradeciéndole a “Esquerda” por su colaboración.
PL 5327/2019 incluye la caracterización como “terrorista” para activistas políticos.
PL 5694/2019 elimina la excepción de los movimientos sociales al considerarlos “terroristas”.
PL 9432/2017 criminaliza las manifestaciones sociales.
El Decreto 10.046 (9 de octubre de 2019) promulgado por Bolsonaro, permite la creación de una gran base de datos tomando datos biométricos, iris, palma de la mano, andar, voz, así como datos genéticos.
El objetivo de estos y otros PLs es imponer el pinochetismo y el estado narcoparamilitar colombiano en Brasil.
Este es el modelo que se está replicando en toda América Latina.
En este sentido, la historia de Duplo Expresso de noviembre de 2019, “¿Cui Bono? ¿Quién mató a Marielle Franco y por qué? es central.
El estado de conmoción favoreció al PSOL liderado por su ala más derechista, encabezada por Marcelo Freixo, para superar la cláusula de barrera, que ni siquiera el PCdoB que gobierna el Estado de Maranhão lo logró.
¿Sería una coincidencia el crecimiento del PSOL en el circo electoral de 2020? ¿Qué pasa con los elogios de Sérgio Moro al PSOL como prueba de la “imparcialidad” de las elecciones?
La militarización de Río de Janeiro durante los Juegos Olímpicos impuso la fusión de las bandas del PCC (Primer Comando de la Capital) y CV (Comando Vermelho) bajo el control de los generales.
El objetivo principal es obtener fondos extraoficiales de los peajes cobrados por el lavado de dinero del narcotráfico y mantener controladas las periferias con la ayuda de estas bandas como se viene haciendo en São Paulo desde 2004.
Los socios mayoritarios son la CIA, la DEA y el Mossad, que toman parte de los peajes para sus propias operaciones ilegales.
No es ningún secreto que los operadores del mercado negro en la región de la Triple Frontera están todos conectados al comercio de cocaína a través del Paraguay, donde operaba el Rey de Doleiros, Darío Messer. Parte del lavado es realizado por iglesias evangélicas. De ahí el término “Evangelistán del Polvo”.
El dinero viaja a paraísos fiscales al amparo del imperialismo, es lavado y resucita gloriosamente en Wall Street y la ciudad de Londres, con el bono extra de Estados Unidos reducir parte del déficit en sus cuentas corrientes.
El “mercado libre” es la libre circulación de cocaína, escondida, por ejemplo, en esa extraña carga de soja, algo que trae el beneficio extra de garantizar el bienestar de la agroindustria. Este es un espejo de lo que está sucediendo con la línea de heroína de la CIA en Afganistán.
El gran objetivo de quien controla las palancas del poder, los buitres capitalistas, es arrancarnos hasta la última gota de nuestra sangre para contener la caída de las ganancias. Al mejor estilo del sanguinario dictador Augusto Pinochet.
Pinochet, además de haber desaparecido más de 4.000 personas, torturó y asesinó decenas de miles, incluso con bombardeos a fábricas, en un país que entonces contaba con apenas 10 millones de habitantes.
En el próximo capítulo hablaremos sobre la imposición de dictaduras pinochetistas en América Latina en dirección a grandes guerras como la “salida” capitalista a la crisis.
